Conoce las experiencias más terroríficas que vivieron personas reales cuando compraron su casa.
¡Casi es Halloween!
Y por eso te presentamos algunas de las peores experiencias que vivieron nuestros amigos de Honest Home cuando compraron su casa.
Muchas de estas fueron verdaderas historias de terror.
Queremos que las aproveches para evitar que te suceda lo mismo al momento de empezar el proceso para comprar tu casa.
Esta es la segunda historia de una serie de cinco, aquí puedes leer la primera.
Las personas y las historias son absolutamente reales, pero cambiamos los nombres de nuestros amigos.
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Los costos interminables al comprar una casa.
Hacía tres meses que a Karla la habían ascendido en su trabajo.
Necesitaba esa buena noticia, con el aumento de sueldo se imaginaba más cerca de las cosas que había planeado.
Siempre había sido muy cuidadosa con sus finanzas, tenía un monto ahorrado y usaba su tarjeta de crédito de manera responsable.
Y ahora con el aumento de sueldo las posibilidades de lograr sus metas eran mayores.
Una de estas metas era comprar una vivienda propia.
Así que lo consultó con su novio con el que compartía departamento, no lo pensaron mucho, decidieron que era buena idea, con un mayor ingreso de los dos y con estabilidad en el trabajo ¡claro que se podría lograr!
Lo primero que pensó fue:
“Tengo que buscar algo más o menos similar a lo que pago de renta así seguro no tendré ningún problema en cubrir las mensualidades del crédito y ahora que gano más seguro la hago fácil”.
Así que con eso en mente salieron a buscar opciones.
Fue una mala idea.
Cuando empezaron a buscar departamentos lo primero que preguntaban era el precio y pedían simulaciones a los vendedores para tener idea de las mensualidades.
Después de tener más información Karla se dio cuenta de algo: le faltaba un poco para el enganche, no era mucho pero tampoco lo tenía completo.
Karla nos contaba:
“La verdad no tenía una idea clara de los precios de los departamentos, después de buscar el que me interesaba me daba cuenta que no tenía el dinero suficiente para el enganche, sumando los ahorros de mi novio no nos faltaba mucho, pero todavía no podíamos pagarlo de inmediato”
Ahí empezaron a dudar de sí era el momento adecuado.
Se enfrentaron a una decisión: ahorraban un poco más o buscaban algo más barato.
¡Incluso hasta pensaron en casarse! Les habían dicho que el banco les podría prestar más, pero eso definitivamente no estaba en sus planes.
Aún así no dejaron de buscar y encontraron un departamento.
Estaba en una ubicación que les gustaba, tenía justo los espacios que buscaban, era perfecto hasta para sus mascotas.
Pero todavía no tenían lo necesario para el enganche, les faltaba poco, tal vez en unos meses más lo juntarían sin problema.
Ahí el vendedor les sugirió:
“No lo deberían de pensar mucho, ¡la verdad es una muy buena oferta! Estos departamentos se están vendiendo muy bien, sí se esperan más seguro se los ganan.”
Al final decidieron rápido, “le podemos pedir prestado a nuestros papás, creo que podemos pagarles poco a poco y cubrir las mensualidades del crédito hipotecario”.
Apenas reunieron lo del enganche, se desbalancearon un poco porque tuvieron que pagar el avalúo, no era mucho pero no lo tenían contemplado.
Ese mes se apretaron el cinturón.
Veían su departamento cada vez más cerca, hasta que les dijeron que tenían que pagar una comisión de apertura y los costos notariales.
Esos costos no los tenían contemplados.
“La verdad yo ya me estaba cansando, solo veía como todo mi dinero se esfumaba, nunca pensé que la comisión y las escrituras costaran tanto”.
Pasaron un mal rato pensando de dónde iban a conseguir dinero para pagar las escrituras y la comisión. El banco no los iba a esperar mucho. No fueron días buenos.
Al final, su novio pidió un préstamo personal en su banco. Usaron un crédito para pagar los costos de otro crédito, no era una muy buena elección.
Al final cuando les dieron las llaves apenas lograron reunir para la mudanza. De muebles nuevos ni siquiera hablaron.
Hoy Karla y su novio pagan dos créditos al mes por su nuevo departamento... Y todavía le deben a sus papás.
Como toda buena historia, hay moraleja:
- Siempre será útil tener una idea del precio de la casa que mejor se ajusta a nuestra situación económica.
- Es importante tener ahorrado no sólo lo suficiente para el enganche, hay otros gastos como las comisiones y las escrituras que se deben cubrir.
- Cuando se compra una casa se pueden cometer errores que cuestan dinero, es mejor conocerlos antes y prevenirlos.
¡Nos vemos en nuestra siguiente historia de terror al comprar una casa!
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