Conoce las experiencias más terroríficas que vivieron personas reales cuando compraron su casa.
Para estar en sintonía con esta época del año te presentamos algunas de las peores experiencias en la compra de una casa que nos compartieron nuestros amigos de Honest Home.
Muchas de estas fueron verdaderas historias de terror.
Queremos que las aproveches para evitar que te suceda lo mismo al momento de empezar el proceso para comprar tu casa.
Esta es la primera historia de cinco que publicaremos en los próximos días.
Las personas y las historias son totalmente reales, pero cambiamos los nombres de nuestros amigos.
El historial crediticio fantasma
Hace dos años que Sergio y su esposa Aída compraron un departamento en la Ciudad de México.
Los dos son profesionistas y siempre han sido muy cuidadosos con sus finanzas. Así que cuando decidieron que estaban listos, iniciaron su viaje para crear su patrimonio.
Lo primero que hicieron fue revisar sus ahorros para tener una idea de cuánto podrían pagar, después comenzaron a buscar el departamento que mejor se ajustara a sus necesidades de espacio y económicas.
No tardaron mucho en encontrarlo.
En el desarrollo les informaron el precio y sus características, todo se ajustaba bien.
Disfrutaron mucho esa etapa, habían sido cuidadosos con la planeación y la búsqueda fue relativamente sencilla.
Los dos estaban seguros que lo más difícil había pasado. De hecho ya tenían pensado con qué banco podrían solicitar su crédito.
Ahí empezó la pesadilla.
Sergio siempre pensó que su situación financiera era inmejorable y el mejor indicador de ello era que nunca había necesitado usar un crédito.
Ni tarjeta, ni crédito para auto, ni siquiera una tarjeta de tienda departamental.
Todas sus compras las pagaba con sus ahorros, él pensaba que era un candidato ideal para un crédito, porque ganaba lo suficiente para cubrir las mensualidades y además nunca se había retrasado en los pagos de sus créditos… Porque nunca había tenido uno solo en su vida.
El hecho de que nunca hubiera usado un crédito significó que no tenía ningún historial crediticio. Para las instituciones de crédito, Sergio simplemente no existía, era un fantasma.
A pesar de ello hicieron la solicitud de crédito, no tardaron mucho tiempo en darles la siguiente respuesta:
Lo sentimos, no podemos autorizar su crédito hipotecario. Sabemos que tiene el dinero suficiente para el enganche y hemos comprobado su solvencia económica, ¡pero es que usted nunca ha tenido ningún crédito!
No importó que Sergio y su esposa ofrecieran dar más de enganche. El banco no podía autorizar un crédito de ese monto para una persona que no tenía referencias crediticias, el ejecutivo le sugirió:
Mire, le recomendamos que obtenga una tarjeta de crédito y la use, así puede ir formando su historial crediticio.
En ese momento, a Sergio se le ocurrió una solución relativamente fácil “bueno, tramite una tarjeta para mí, aquí en su banco, y ya la usaré después”.
Le contestaron, “es que sí nunca ha tenido ningún crédito el banco no le va autorizar fácilmente una tarjeta”.
No servía de nada el hecho de que les ofreciera abrir una cuenta de cheques con ellos. Esa opción quedó descartada.
Así que fueron al banco del que eran clientes, posiblemente ahí sí les podrían autorizar su crédito hipotecario, aunque era un poco más costoso que el que originalmente querían.
La respuesta fue similar:
“Podemos hacer la solicitud, pero no es seguro que le autoricen ni el crédito hipotecario ni una tarjeta de crédito.
¡Era de no creerse! El banco del que era cliente de más de diez años no podía ofrecerle ningún crédito.
Al final ese mismo banco le autorizó una tarjeta de crédito, que usó durante cinco meses antes de poder calificar para el crédito hipotecario.
El departamento que querían se vendió ya que no pudieron garantizar su compra con el crédito hipotecario.
Tuvieron que pasar seis meses más para que iniciaran todo el proceso de nuevo. Al final Sergio nos comentó:
“Era de no creerse, no me cabía en la cabeza, ¡no saben cómo sufrí por el simple hecho de no tener un crédito que no necesitaba! Pero lo que sí necesitaba era el historial, sin esas referencias básicamente no existía para los bancos”.
Al final, la lección es simple: si buscas un crédito hipotecario el historial crediticio importa, e importa mucho.